La importancia de la gobernanza en las asociaciones

La importancia de la gobernanza en las asociaciones

La gobernanza de las asociaciones se descuida con demasiada frecuencia, aunque es un requisito previo esencial para la eficiencia. Una relación sana entre los órganos de gobierno de una asociación y su dirección ejecutiva es garantía de profesionalidad. Las asociaciones que se beneficien de estructuras saludables serán ciertamente más resilientes, algo particularmente útil durante la crisis de Covid, porque se basan en relaciones de confianza y en principios claros. La crisis tiene el efecto de imponer reuniones de dirección más breves y mejor estructuradas. No deja lugar para problemas tácitos o juegos que la gente juega. Comprender el valor de la gobernanza de las asociaciones es fundamental.

  1. En primer lugar, la gobernanza debe verse como un tema estratégico.

Las asociaciones tienden a tratarlo como una mera formalidad o una simple cuestión de cumplimiento y se dedica mucho más tiempo a cuestiones como las cuotas de afiliación que a aclarar las funciones y prerrogativas de los distintos órganos. La gobernanza es una garantía de eficiencia, ya que proporciona una clara cadena de mando. Se trata de delegación de poder y líneas jerárquicas.

Sea cual sea el tipo de organización, es fundamental contar con las personas adecuadas en el lugar adecuado y asegurarse de que sepan lo que se espera de ellas.

De hecho, la gobernanza es tan importante en las asociaciones como en las empresas. Especialmente en las asociaciones que reúnen a voluntarios (es decir, miembros que deciden voluntariamente unirse y contribuir a la asociación), es importante establecer límites, controles y equilibrios para evitar que la asociación se convierta en el juguete de un director ejecutivo o presidente fundador excesivamente controlador. El compromiso voluntario de los miembros puede generar muchas emociones. Cuando los voluntarios invierten tiempo, quieren ser apreciados y sienten que cuanto más hacen, mejor es para la asociación. En realidad, todos necesitan saber qué se espera de ellos y saber dónde termina su función. Por tanto, la gobernanza también debe ser transparente y bien comprendida por la dirección y los miembros de las asociaciones.

  1. La gobernanza no es solo un recordatorio de las normas legales, sino más bien una oportunidad para ser innovador. No existe un enfoque único para todos.

Por ejemplo, si una asociación quiere aportar nuevas perspectivas a su Junta, puede abrirla a miembros independientes, ya sean institucionales o académicos.

Los conflictos de intereses ocurren a menudo en asociaciones. Los miembros de la Junta no siempre entienden que están allí para actuar en beneficio de la asociación y no para representar intereses específicos. Para evitar esas situaciones, una asociación puede optar por nombrar a un director independiente principal. Un director independiente principal es un miembro de la Junta con un rol específico en términos de evaluación de la dinámica de la Junta, un concepto bien conocido en el gobierno corporativo.

Otra buena recomendación es convocar reuniones no ejecutivas a nivel de miembros que no están en los órganos de gobernanza con el fin de alentarlo a hacer una evaluación adecuada de la administración o a involucrarse más en la estrategia. Lamentablemente, la evaluación de la Junta no es una práctica común en las asociaciones. Sin embargo, este es un momento importante para la autorreflexión, que debe estar motivada por un deseo de mejora continua. Un buen punto de partida es solicitar comentarios a los miembros de la Junta después de cada reunión para evaluar la dinámica de la misma.

Desde el punto de vista del CEO o el Secreatario General, no se debe descuidar la inmersión de los miembros de la Junta. Un miembro de la Junta que no esté bien informado sobre la historia de la asociación, su cultura y sus objetivos tardará incluso un año en ponerse al día.

  1. Es cierto que cuanto más joven es la asociación, más simple es la estructura de gobierno.

No es raro ver asociaciones sin un equipo de gestión. En este caso, la Junta actúa más como un comité de gestión. En tales casos, la Junta intenta resolver todos los problemas y está obligada a desempeñar un papel de gestión. Esto no debería durar mucho, porque no es una situación saludable. Es raro que este tipo de Juntas se dedique a cuestiones estratégicas, se pierden en la gestión del día a día.

Recuerda:

– No limitarse a seguir las reglas legales y sea creativo.

– Hay soluciones que pueden resolver los problemas fácilmente, pero hay que asegurarse de definirlas con anticipación.

– No esperar la misma complejidad de todas las organizaciones: proceda paso a paso dependiendo de la madurez de la Asociación.

Fuente: Kolokio