¿Y después del confinamiento…?
Según un estudio realizado el pasado mes de mayo por make.org, la Cruz Roja francesa, WWF, el grupo SOS y otros movimientos asociativos, titulado «Como inventar todos juntos el mundo de después», las catorce prioridades para construir este nuevo mundo serían:
1.- Consumir más local, y disminuir las importaciones creando impuestos en función del kilometraje realizado.
2.- Ir hacia una agricultura alternativa, más local y menos intensiva, sin productos fitosanitarios.
3.- Limitar la producción de residuos, erradicar los productos de un solo uso y favorecer el reciclaje y los materiales de origen biológico.
4.- Relocalizar las industrias estratégicas relacionadas con la salud, alimentación y textil en Europa.
5.- Repensar la educación en favor de lo humano y la protección del medio ambiente, enseñar la ayuda solidaria y la cooperación en la escuela.
6.- Poner lo medioambiental y lo social en el corazón de las políticas públicas y la fiscalidad, crear impuestos para los que contaminan y recompensar las prácticas honestas.
7.- Ir hacia ciudades sostenibles favoreciendo la construcción ecológica y la vegetalización.
8.- Favorecer los transportes ecológicos y disminuir el tráfico aéreo en beneficio del ferroviario.
9. Mejorar el tratamiento de los oficios esenciales -profesores, agricultores, cajeros, conductores, basureros, cuidadores- y las actividades creadoras de valores sociales y ecológicos.
10.- Aumentar la duración de vida de los productos y facilitar la reparación, el reciclaje y la reutilización.
11.- Reconocer y premiar los oficios relacionados con la salud y sacar a los hospitales del sistema de rentabilidad económica.
12.- Modificar en profundizar nuestro modelo económico actual y hacerlo caminar hacia una economía responsable y respetuosa con la naturaleza, los recursos limitados y la dignidad humana.
13.- Proteger la biodiversidad, las especies y su entorno a nivel global.
14.- Mejorar el funcionamiento democrático favoreciendo la participación de la ciudadanía y modificando el estatus y el tren de vida de los representantes políticos actuales.
¿No pensáis que puede ser hoy el momento de dar paso a las asociaciones para crear un mundo mejor?